EL OCASO DE GRAN HERMANO: UNA DESPEDIDA QUE NADIE QUERÍA, PERO QUE TODOS VÍAMOS VENIR
Los rumores ya corren como un viento frío por los pasillos de la televisión española: Gran Hermano 20 podría acabar antes de Navidad. Un final precipitado para un formato que, aunque sigue teniendo un hueco emocional enorme en miles de espectadores, lleva demasiado tiempo diciendo “no puedo más” en cada gala, en cada debate, en cada intento desesperado de recuperar un brillo que ya no está.
Y lo que duele —lo que de verdad araña— es que no hablamos de una muerte natural. Hablamos de una muerte provocada. Una desconexión total entre formato, productora y público que ha llevado a GH a su punto más crítico en 24 años de historia.
UN FORMATO HISTÓRICO… ABANDONADO A SU SUERTE
La decadencia de GH no tiene un único culpable, pero sí un responsable principal: Zeppelin, una productora que parece haber dejado de comprender el programa que ella misma creó.
Las galas son frías, los debates descafeinados, los vídeos mal construidos, las mecánicas improvisadas, las decisiones editoriales incoherentes. Es como si el programa funcionara con el piloto automático puesto, sin timón, sin dirección, sin nadie que diga: “eh, esto no representa a Gran Hermano”.
El público no es tonto. Lo ve, lo siente y desconecta.
Y mientras Telecinco sigue a la deriva en audiencias, en vez de reforzar el formato lo hunde más, casi como si la intención fuera que el desgaste justifique el cierre.
No hay pasión.
No hay ambición.
No hay ese mimo que convirtió GH en un fenómeno sociológico.
UN FORMATO SIN IDENTIDAD: EL PÚBLICO YA NO SABE QUÉ ESTÁ VIENDO
La esencia de GH siempre fue muy simple y profundamente compleja: observar la convivencia real.
Hoy, en cambio, tenemos lo contrario: una convivencia mutilada, fraccionada, mal contada y aún peor editada.
Todo suena forzado, apresurado, confuso.
Todo parece hecho para “salir del paso”.
Y así es imposible que el espectador se enganche.
La prueba más triste la viví esta misma semana: una compañera de trabajo de mi pareja dijo que no había nada para ver en la tele. Él le respondió: “¿pero si empezó Gran Hermano hace nada?”. Y ella contestó: “¿Ah sí? No lo sabía.”
Ese es el nivel de desconexión que se ha generado.
Ese es el síntoma más claro de que GH ha desaparecido sin avisar.
Y eso, sinceramente, da una pena que cuesta poner en palabras.
¿UNA VERSIÓN CON FAMOSOS COMO SALVAVIDAS?
Mediaset ya mueve hilos y parece apostar por una versión “con famosos”, muy en la línea del formato que triunfa en Latinoamérica: La casa de los famosos.
Un reality que allí funciona porque:
Tiene un ritmo más dinámico.
Usa famosos con perfiles muy diversos.
Apuesta por el directo y la confrontación sin miedo.
Está construido como un “show total”, donde cada gala tiene estructura, intención y narrativa.
En México, Estados Unidos o Colombia, La casa de los famosos vive lo que fue nuestro GH VIP más brillante: ritmo, personajes fuertes y una producción que sí sabe lo que quiere contar.
¿Esto puede copiarse aquí?
Sí.
¿Será Gran Hermano?
No.
Será otra cosa.
Y quizá guste.
Pero será otra cosa.
¿VUELVE "EL REENCUENTRO"?
Y ahora viene la campanada que a más de uno le hará repasar mentalmente viejas broncas, lágrimas con sabor a telecinco de madrugada y algún que otro romance caducado: Zeppelin ha vuelto a registrar la marca “El Reencuentro” el pasado 26 de noviembre. Sí, esa reliquia del universo reality que hace unos 15 años juntó en una misma casa a veteranos de todos los rincones: desde GH hasta Supervivientes, pasando por cualquier formato que hubiera dejado alguna historia pendiente. Era una especie de terapia de grupo televisada… pero sin terapeutas y con cámaras ocultas detrás de cada almohada.
Para quien necesite refresco: El Reencuentro fue un experimento donde parejas de concursantes con cuentas sin saldar volvían a convivir. Algunos entraban con la ilusión de arreglar las cosas, otros simplemente venían a demostrar que habían evolucionado… y luego estaban los que entraban directamente a incendiar la casa con la energía de un mechero en un depósito de gasolina. El formato tenía ese punto picante de ver cómo dos personas que ya habían vivido juntos en otro reality se reencontraban, a veces para limar asperezas, otras para sacar a pasear rencores fosilizados. Y funcionaba. Vaya si funcionaba.
Que Zeppelin haya desempolvado ahora la marca huele muchísimo, casi demasiado, a que quieren reabrir esa cápsula del tiempo. Y si Telecinco está en modo “rescate de glorias”, no sería ninguna locura pensar en una casa de los famosos donde los clásicos del universo reality vuelvan a cruzarse pasillos, miradas, discusiones domésticas y quizás algún re-romance que nadie pidió. No sería GH El Reencuentro, ojo: sería El Reencuentro tal cual, con su espíritu original de juntar a personajes que ya traen manual de instrucciones… y advertencias de seguridad.
Si esto termina cuajando, más de un sofá va a necesitar cinturón de seguridad. Y tú y yo, obviamente, también. Si hacen las cosas bien claro.
Lo más probable viendo todas las evidencias es que "El Reencuentro" de comienzo en enero.
UNA DESPEDIDA QUE NADIE MERECÍA
Lo más doloroso es esta sensación de cierre amargo, incompleto, casi silencioso.
Si GH 20 termina antes de Navidad, será sin despedida, sin homenaje, sin un final digno para un formato que marcó generaciones.
Lo que estamos viendo no es un final natural:
es una rendición.
Una retirada vergonzosa.
Una marca histórica maltratada por quienes tenían la obligación de cuidarla.
Yo esta semana estuve desconectado, pensando realmente en dejar de ver la edición. Las vacaciones, el cansancio, la frustración… todo pesaba más que la ilusión.
Pero aquí sigo. Aquí seguiremos muchos.
Porque Gran Hermano fue hogar, fue escuela, fue costumbre, fue conversación, fue identidad cultural.
Y aunque quienes lo manejan hoy no entiendan la magnitud de lo que tienen entre manos… nosotros sí.
Si esta es la despedida —aunque suene a despedida a medias—
la viviremos acompañando al formato hasta el final.
Porque algunos seguimos creyendo en GH incluso cuando GH ya no cree en sí mismo.
El Confesionario de Juanfran.





Solo decirte que no te has podido expresar mejor , has contado lo que los fieles seguidores pensamos.
ResponderEliminarUna pena que estoy acabe de esta manera. Soy seguidora desde GH 1 y siempre esperaba con ansiedad que llegará una nueva edición, ahora solo siento pena, no merecíamos este final.
Una pena lo que han hecho con este gran formato.
EliminarMil gracias por leerme ❤️
En México las galas son aburridas y predecibles el 24/7 es aburrido, sin dinamicas y protege mucho a sus favoritos. El de Colombia si es un gran formato que ofrece dinamismo y al que todos deberian de copiar.
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