Se acabó la espera. Tras meses de promos, nervios y teorías, Uno de GH20 arrancó por fin con una primera gala que, siendo sincero, me esperaba mucho más floja… pero nada de eso: fue ágil, entretenida y con muy buen ritmo. No hubo sensación de relleno ni momentos muertos, y eso, tratándose de un formato que arranca desde cero, es un triunfo.
Nagore Robles, la dueña del show
Lo primero es lo primero: Nagore Robles. Qué barbaridad. Desde el minuto uno se notó que estaba disfrutando, que estaba presentando un programa que ha soñado mil veces con conducir. Se mostró cercana, gamberra, canalla y con un humor afilado que le da al formato ese aire fresco que muchos pedíamos desde hace años.
Además, la pasión que transmite es contagiosa. No se limita a leer un guion, sino que vive cada momento, reacciona, improvisa y hace sentir que está tan enganchada como nosotros. Para mí, fue la gran ganadora de la noche. Y lo digo claro: con esta gala se ha ganado de sobra la posibilidad de presentar Gran Hermano 20 en el futuro.
El casting: primeras impresiones, nombre por nombre
La otra gran baza de GH siempre ha sido el casting, y aquí se han lucido. Ocho aspirantes, cada uno con un perfil marcado, que ya empiezan a prometer choques, alianzas y momentazos. Vamos uno por uno:
Noa Sánchez: me ha transmitido muy buena vibra. Es espontánea, fresca, con esa chispa que en pantalla engancha. Me da la sensación de que ha venido a dar juego, y mucho.
Jana Ausió: empezó tímida, algo contenida, pero ojo, porque suele pasar que ese tipo de concursantes, cuando se sueltan, sorprenden y acaban siendo de los más cañeros. Y creo que Jana tiene ese potencial.
Cristian Orvich: siempre hay un perfil que parece candidato a ser el primer expulsado, y para mí Cristian está en esa línea. A ver si me equivoco, pero no le veo mucha gasolina para aguantar.
Joon Choi: me cayó bien desde el minuto uno. Buen rollo, simpatía y pinta de adaptarse rápido al grupo. Puede ser de esos concursantes que gustan fuera y dentro de la casa.
José Márquez: entró con una energía brutal y dejando claro que quiere show. De momento, pinta bien, aunque veremos si mantiene ese nivel o se queda en puro fuego artificial.
Amparo Navarro: ojo a este perfilazo. Entró con decisión, aunque su hija no lo consiguió, y lo hizo con una personalidad arrolladora. Creo que es de esas concursantes que van a dejar huella sí o sí.
Marta Fraga: me encanta porque transmite carácter, mala leche bien entendida y esa chispa que garantiza conflictos. Y todos sabemos que GH sin conflictos no es GH.
Enrique Fresquet: no me convence. No sé si es por su actitud o porque no ha sabido enganchar todavía, pero de primeras me deja frío. Igual sorprende, pero ahora mismo no me gusta nada.
En general, me parece un casting muy completo: diferentes edades, personalidades, caracteres y estilos. Vamos, que hay material para que la convivencia hierva desde el primer día.
La figura de la madrina: Maica Benedicto
Una de las sorpresas de la gala fue la presentación de la primera madrina de Uno de GH20, nada menos que Maica Benedicto. Y aquí hay que aplaudir la idea: incluir a una veterana reciente que vivió el formato desde dentro aporta una capa extra de interés y sirve de nexo entre el GH histórico y esta nueva etapa. Maica se mostró entregada, con esa personalidad fuerte que la caracterizó en su edición, y promete ser una figura que condimente aún más el experimento social que estamos a punto de vivir.
Lo que viene ahora: 24 horas, estrategia y conflictos
Lo mejor de todo es que esto no ha hecho más que empezar. Desde ya tenemos 24 horas en directo, donde podremos ver si las primeras impresiones se confirman o si hay sorpresas. Porque ya sabemos que el verdadero GH se cocina en la convivencia diaria, en los roces, los pactos y los giros inesperados.
Además, con los retos que les esperan —colaborativos, dilemas individuales, planes estratégicos y conflictos inevitables— vamos a tener un menú completito que promete dejarnos pegados a la pantalla.
En definitiva, esta Gala 1 de Uno de GH20 ha sido una declaración de intenciones: el reality está vivo, Nagore lo conduce con una garra espectacular, y el casting apunta a darnos mucho juego. Ahora sí, amigos: a disfrutar del 24 horas y a engancharnos como en los viejos tiempos.
El Confesionario de Juanfran.
Comentarios
Publicar un comentario