GALA 9 DE UNO DE GH20: ¿GRAN HERMANO O LA CASA DE LA PRADERA?

 

La Gala 9 de Uno de GH20 nos deja una sensación a medio camino entre el déjà vu y el bostezo. Lo que en su día prometía ser una antesala explosiva para Gran Hermano 20 se ha ido quedando en una especie de versión “light” del formato, con momentos contados y poca chispa.

Pero vamos a lo poco destacable: La Jose ha subido al sillón por decisión del público. Sí, ese público misterioso que a veces parece votar para ver el mundo arder y otras para que no se mueva ni una silla. Y mira, La Jose, que hasta ahora había sido un mueble más de la casita, esta semana al menos ha mostrado algún gesto de vida. Poco, pero algo.

La otra noticia importante es que el miércoles ya conoceremos a los ocho finalistas del pre-reality. Eso significa que no se sentará ningún aspirante más en el sillón. Las dos últimas plazas están en juego y los nombres sobre la mesa son: Amparo, Ruth, Asier o Livia.

Ahora sí que sí: entre ellos están los que podrían acabar entrando en GH20.

Pero el momentazo de la gala —aunque por motivos cuestionables— fue la bronca a Daniela. Resulta que la concursante, jugando con un cubo de agua, sin querer le tiró agua al pantalón de Asier, un pantalón que, por cierto, llevaba puesto Ruth porque se lo había dejado. Un accidente sin más, una chorrada, algo cotidiano en una convivencia… pero no: la directora de casting, los colaboradores y hasta la presentadora decidieron regañarla por “no saber controlarse”.

¿Perdón? ¿Estamos viendo Gran Hermano o La Casa de la Pradera?

Porque si lo que quieren es que los concursantes se comporten como si estuvieran en una clase de yoga, apaga y vámonos.

Gran Hermano siempre ha sido lo contrario: espontaneidad, emociones a flor de piel, discusiones, reconciliaciones y momentos que nacen sin guion.

Eso es lo que hace auténtico el formato. Pretender “educar” a los aspirantes para que sean buenecitos y perfectos solo consigue una cosa: aburrirnos.

Así que, señores de Zeppelin, menos moralina y más reality. Dejad que la gente sea como es, que se equivoquen, que se mojen (literalmente si hace falta). Porque, de momento, lo único que están consiguiendo es que Uno de GH20 parezca un campamento de verano sin piscina.

El miércoles sabremos quién ocupa esas dos últimas plazas. Yo, de momento, sigo cruzando los dedos para que entre alguien que de verdad nos dé juego, no cabezadas.

Y recordad, podéis votar por vuestro favorito en la encuesta que está en el lateral izquierdo del blog, arriba del todo, pinchando donde pone “encuesta”.

El Confesionario de Juanfran.