Uno de GH20: Gala 7 — El déjà vu de GH19, el casting que no despega y las ganas de un verdadero Gran Hermano
Ya no sé si escribir sobre Uno de GH20 o pedirle a Zeppelin que nos devuelva las horas de ilusión que nos han robado.
Porque mira que yo aposté por este formato, ¿eh? Pensé: “Bueno, una idea previa a GH20, algo innovador, distinto, un aperitivo con sabor a clásico”. Pero no. Lo que nos están sirviendo es más bien un plato recalentado de hace un año.
¿Dónde quedó el formato fresco que prometieron? ¿Dónde está esa búsqueda del “nuevo gran hermano”? Porque lo que estamos viendo no es una antesala, sino un bucle eterno con los fantasmas de GH19 rondando por todas partes. De verdad, ni en Poltergeist había tanto espíritu sin descanso.
Cada gala es un déjà vu. Los mismos nombres, los mismos dramas, los mismos “yo fui, yo hice, yo viví”. Zeppelin y compañía parecen incapaces de soltar el pasado, y ya va siendo hora de asumirlo: GH19 acabó, pasó, se cerró, y no fue la edición que merecía tanto revival. Si querían seguir exprimiendo esas tramas, haberlo llamado La Re-vuelta 2.0 y listo.
Mientras tanto, los aspirantes de Uno de GH20 —que supuestamente son los protagonistas— están desaparecidos en combate.
Y eso es lo más grave: los anónimos, la esencia del formato, están ahí como figurantes de lujo en un homenaje innecesario a GH19.
Menos mal que existen Daniela y Nora, que son lo único que mantiene con vida esta casita.
Su relación de amor-odio, las miradas que matan, los piques, las reconciliaciones… eso sí es reality, eso sí es contenido. Entre ellas hay más química que en toda la edición junta. Y por eso ambas se merecen su sitio en GH20, porque entienden algo que muchos han olvidado: esto no va de sobrevivir, va de hacer que pasen cosas.
De la gala como tal… poco más que rascar. Entraron Ruth, la hija de Amparo (que parece que esto ya es una saga familiar), y Asier, un aspirante que llegó vendiéndose como el nuevo Joker del formato, un tipo duro, líder, que va a mandar en la casa.
Perfecto, ya veremos cuánto tarda en desinflarse. Spoiler: no suele tardar mucho.
El público, por su parte, volvió a demostrar que sabe más de casting que la propia dirección. Eligieron a Daniela para avanzar a la fase final y sentarse en el sillón. Y no puedo estar más de acuerdo: carisma, carácter, temperamento y, sobre todo, verdad. Es la típica concursante que puede incendiar una casa con una sola mirada.
Pero claro, luego llegó el momento Colomina, o mejor dicho, “la gran directora de casting” —léase con el tono más irónico que puedas imaginar—.
Teresa decidió que Gustavo, un concursante que apenas llevaba unos días en el formato, que nunca se ha enfrentado a la valoración del público y que, casualmente, tiene más de 18.000 seguidores en redes, pasara directamente al sillón.
Ex de MasterChef Celebrity Uruguay, cantante con videoclip de más de dos millones de reproducciones… pero, eso sí, “anónimo”.
A ver Teresa, cariño, si esto es un casting de anónimos, alguien debería revisar el concepto de “anónimo” en la RAE. Que lo compro en un VIP, perfecto, pero en un Uno de GH… no cuela.
P.d: Pepa Álvaro, te echamos de menos. Vuelve.
Uno de GH20 es un experimento fallido. Un formato que prometía mucho y se ha quedado en un intento a medio gas.
El 24 horas está muerto —ni una mosca vuela—, las pruebas son tan absurdas que ni los concursantes saben para qué sirven, y las galas son un despropósito de duración con un guion que parece improvisado diez minutos antes de salir al aire.
No hay alma, no hay ritmo, no hay tensión.
Y lo peor de todo: no hay esencia de Gran Hermano.
Así que sí, lo diré claro y con mayúsculas: UNO DE GH20 NO ESTÁ FUNCIONANDO.
Zeppelin tiene que despertar ya. Dejar de mirar atrás y centrarse en lo que de verdad importa: GH20.
Porque Uno de GH20 no ha sido una antesala… ha sido una penitencia.
Y nosotros, los fans, ya hemos hecho suficiente redención viendo siete galas esperando que pasara algo.
Ahora solo queremos que empiece lo bueno.
Queremos una casa de verdad.
Queremos 24 horas de verdad.
Queremos Gran Hermano 20.
El Confesionario de Juanfran.
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