GH 12+1: LA EDICIÓN QUE NO FUE 13... PERO QUE FUE UNA MALDITA FANTASÍA
El drama en versión internacional: Noemí y su telenovela en Brasil
Y entonces vino el intercambio con Gran Hermano Brasil. ¡Gloria bendita para la audiencia!
Noemí cruzó el charco y cruzó la línea. Se lió con un brasileño (¡hola, Fael!), mientras aquí el bueno de Alessandro la esperaba como si fueran novios.
Pero cuando volvió a Guadalix, Noemí decidió silenciar lo ocurrido, creando un triángulo de mentiras que acabó explotando en directo, lágrimas incluidas, gritos a media voz y una audiencia completamente enganchada.
No era solo un drama: era un culebrón intercontinental a tiempo real. Y nosotros, felices.
El mítico: “Y tú cuida a Julia”
Esto es historia oral del reality español.
María fue expulsada, y desde el plató, mientras se despedía, Noemí —con su carita de no haber roto un plato— le soltó un "Y tú cuida a Julia."
BOOM.
Julia era la novia de Hugo fuera de la casa. Hugo, con quien María había tenido un romance dentro.
Noemí, que estaba en el ajo, no se cortó un pelo y tiró la bomba sin pestañear.
Fue uno de esos momentos que te hacen gritarle a la tele, twittear en mayúsculas y revisar el 24h con palomitas.
El "+1" y la jugada maestra de Pepe Flores
Una de las grandes mecánicas de la edición fue el formato "+1", donde cada finalista elegía a algún concursante expulsado para que entrase como su pareja de concurso para la final.
Pepe Flores, con una templanza que ya quisiéramos para nosotros un lunes, supo moverse con inteligencia, sin montar numeritos, pero siempre en el centro de las decisiones importantes.
Su "+1" fue Noemí, lo cual le sirvió para entrar en el foco y postularse como ganador, pero con su propia narrativa: el tipo noble, discreto, pero con mirada de estratega.
Ganó con merecimiento, sin haber sido nunca el más escandaloso ni el más polémico.
Solo el más listo.
El que supo jugar como si fuera el ajedrez de su vida.
GH12+1 fue arte, fuego y memoria televisiva
Una edición con una historia potente, personajes inolvidables y un casting que podría protagonizar una serie de Netflix por capítulos.
Todo encajó. El "+1", el intercambio, los amores, las frases envenenadas, las estrategias sutiles y, por supuesto, una Mercedes Milá en estado de gracia, defendiendo la esencia del reality como si fuera su criatura (que lo era).
GH12+1 no fue 13, pero fue de 10.
Y si alguien te dice lo contrario, respóndele con cariño:
“Y tú cuida a Julia.”
El Confesionario de Juanfran.
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